Un micrófono es un mecanismo sensible a las variaciones de las ondas sonoras en el aire, y capaz de convertirlas en señales eléctricas.
Es un transductor acústico - mecánico - eléctrico. Esto significa que en el micrófono se realiza una doble transformación de energía. La primera transformación, acústico - mecánica, convierte las variaciones de presión de la onda sonora a las que la membrana (o diafragma) del micrófono están expuestas, en oscilaciones mecánicas. El segundo transductor, mecánico - eléctrico, convierte estas oscilaciones mecánicas en variaciones de tensión o corriente eléctrica (normalmente de +1voltio a -1voltio).
Los micrófonos poseen varias características que son las que nos van a definir sus posibilidades de uso en las diferentes situaciones que se nos presenten.
La sensibilidad nos indica la capacidad del micrófono para captar sonidos muy débiles (o de poca intensidad). Es la presión sonora que debemos ejercer sobre el diafragma para que nos proporcione una señal eléctrica y se mide a 1kHz y se expresa en milivoltios por Pascal (mV/Pa). Entre los más sensibles se encuentran los de condensador, seguidos por los dinámicos y por último los de cinta. No es aconsejable el uso de micrófonos con una sensibilidad menor a 1mV/Pa.
La fidelidad nos indica la variación de la sensibilidad respecto de la frecuencia. Se mide para todo el espectro audible y así nos proporcionan sus curvas en frecuencia que informan de las desviaciones sobre la horizontal de 0 dB. Cuanto más lineal sea esta curva mayor fidelidad tendrá el micrófono.
La impedancia de salida es la resistencia que proporciona el micrófono a la salida del mismo. La baja impedancia (es la habitual) está entre 200 y 600 ohmios a 1kHz. Hay que tener en cuenta que la impedancia de salida del micrófono tiene que ser la tercera parte como máximo de la del equipo a la que se conecta para evitar la pérdida de señal y el incremento de ruidos de fondo. En Baja impedancia se podrán emplear cables largos mientras que en altas no, debido a que provocarían perdidas por efecto capacitivo.
La directibilidad, señala la variación de la respuesta del micrófono dependiendo de la dirección de donde provenga la fuente sonora, es decir, muestra como varia la sensibilidad según de donde venga el sonido. Ésta se representa mediante diagramas polares. En estos se dibuja para distintos ángulos de incidencia del sonido respecto del micrófono (que esta en 0 grados).
Hay tres tipos de directibilidad fundamentales:
Los unidireccionales o cardioides sólo recogen sonido frontalmente. Son los más empleados y son ideales cuando se tienen problemas de realimentación acústica.
Los bidireccionales o en 8 tienen sensibilidad máxima para los sonidos que inciden frontalmente al diafragma, ya sea por cara anterior o posterior. Se emplean para entrevistas.
Los omnidireccionales tienen sensibilidad máxima en los 360 grados alrededor del mismo.
FUENTE: http://www.ehu.es/
Sandra Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario