Importante saber que la producción de nuevos y más atípicos géneros musicales es en parte producto de la facilidad de acceso a la tecnología. Esta tarea ya no esta solo en manos de los músicos académicos, sino cada vez más de los curiosos autodidactas que no se limitan en su experimentación, tal vez por estar desprendidos de las ataduras teóricas.
Pero no solo se resalta la creación como tal, sino las herramientas utilizadas para ello que "se han convertido en el mensaje", el desarrollo de este tipo de aplicaciones y dispositivos cobra una importancia que puede sobrepasar el resultado final de sus propias interpretaciones.
Hay una estética del fallo, del error, "es el fracaso el que lleva a la evolución" (Colson Whitehead ). Se elimina el miedo a las inconsistencias y se da paso a la libertad creativa a partir de su apreciación estética. Todos los que se han atrevido son los protagonistas de este fenómeno.
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