El mundo y las culturas contemporáneas han dajado que el sonido pase a un segundo plano pues nuestras percepción se ha vuelto netamente visual, todo lo que el ojo percibe tiene más importancia, el sonido incluso a pasado a convertirse o a convertirse en ruido o en una fuente de contaminación, cuando en realidad deberiamos darnos cuenta que todo nos transmite sonidos y que esto hace parte de todo lo que nos rodea.Un ejemplo que él cita es que hay más conexiones al cerebro desde los oídos que desde los ojos, sin embargo y con esto seguimos siendo más visuales, sin comprender que el sonido es fundamental para entender y llevar a cabo todos nuestros procesos cotidianos.
Mariana Rodríguez C
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